Built to Spill - You in Reverse
Es el sexto álbum de estudio de la banda de indie-rock proveniente de Idaho (¿de dónde?), lanzado en 2006, llegó a mis manos en la primavera de ese mismo año. Confieso que el disco me llegó temprano y me sorprendió tarde. Tuve que esperar 8 años para redescubrirlo. Reapareció ante mí con las ganas de traer de vuelta el pasado, y sentí que me suspiraba al oído lo que necesitaba escuchar. Como me gusta decir... "es el mejor disco de 2006 para escuchar en 2014"
Built to spill fue una de las ultimas bandas que logró entusiasmarme. Creo que es por el intento de reivindicación al rock de la vieja escuela que muchas bandas de los 90 tienen. La familiaridad del sonido pero sin resignar la vanguardia, conservando la simpleza del rock de montaña.
El disco arranca con un tema que dura 8 minutos de los cuales, los primeros 5 son instrumentales, y funciona a modo de introducción a lo que va a ser el resto. Me gusta decir que si le das play a You in Reverse y los primeros 30 segundos no te gustan, entonces no lo sigas escuchando.
No es solo el sonido, es el nombre del disco "vos al revés", sugestivo... La simpleza de las palabras que disfrazan una complejidad en el significado, como dijo uno de mis poetas favoritos "artista es quien dice algo complicado en forma sencilla". Complejidad que se va descubriendo con el primer tema, "Going against your mind", es el primer desafío, la batalla final contra nosotros mismos. Ojalá pudiésemos ganarle al dominio de la mente, apartarnos de la crítica y abandonar de una vez y para siempre el camino a la inalcanzable perfección.
You in Reverse guarda en sus 10 pistas el remedio contra la neurosis, y es que Built to Spill te puede llevar ahí, con su sabiduría convencional de rock independiente, a entender que el hábito de pensar demasiado con el tiempo se vuelve cada vez mas pesado y más incorregible.
Para la inconformidad que me caracteriza, para cuando espero a la luz solo para después esperar a la oscuridad. You in Reverse me dice: "Patience, it will come". Estoy esperando algo que valga la pena esperar. Este disco. Me estuvo esperando a mí, sentado desde aquella primavera de 2006, extraviado en algún rincón de mi habitación, esperando que yo lo encuentre en el momento oportuno, para invitarme a ponerme al revés y por primera vez en mucho tiempo... no pensar.